El Archipiélago Canario constituye una alineación de islas de origen volcánico situadas a unos 100 Km. al noroeste del continente africano. Se enmarca en un rectángulo de 200 x 500 Km. entre los 27º 37´y 29º 25´ de latitud norte y los 13º 20´y 18º 10´de longitud oeste. Los puntos extremos son la Punta Mosegos (Alegranza) al norte, el Roque del Este al este, la Punta de la Restinga (El Hierro) al sur y la Punta de la Orchilla (El Hierro) al oeste.

        El Archipiélago está formado por siete islas mayores (Lanzarote, Fuerteventura, Gran Canaria, Tenerife, La Gomera, La Palma y El Hierro), cuatro islas menores (La Graciosa, Alegranza, Montaña Clara y Lobos) y varios islotes y roques (Roque del Este y Roque del Oeste al norte de Lanzarote; Roques de Anaga, Roque de Garachico, Roque de Fasnia junto a Tenerife; Roques del Salmor junto a El Hierro, etc.).

        La superficie total de las Islas es de unos 7.500 Km², siendo Tenerife la mayor de ellas con 2.057 Km².

Tenerife es la isla más extensa y elevada del Archipiélago Canario. Su forma recuerda la de una pirámide con su vértice en el Pico del Teide y su base triangular elongada hacia el NE por la Península de Anaga.

         El accidente geográfico principal lo constituye una amplia depresión semicircular de 17 Km de diámetro denominada Las Cañadas del Teide, que está limitada por escarpes de hasta 700 m. de altura. Su fondo se encuentra a unos 2.000 m. sobre el nivel del mar, sobre el que se erigen los estratovolcanes Teide y Pico Viejo, que alcanzan 3.718 y 3.135 m. respectivamente.

        Su red hidrográfica está configurada por barrancos que sólo llevan agua en épocas de lluvia, pero que suelen ser muy encajados y de fuerte pendiente. En general, siguen una directriz radial desde el borde de Las Cañadas hacia el mar, exceptuando los macizos de Anaga al NE y Teno al NO.

     Las costas son generalmente acantiladas, con escarpes que pueden sobrepasar los 700 m. en Anaga o Teno, aunque aparecen algunas playas en las desembocaduras de los barrancos y en áreas resguardas del oleaje dominante del NE, que pueden ser de cantos o arena.

     El clima de Tenerife está dominado por los vientos alisios del NE, que llegan frescos y húmedos, chocan con el abrupto relieve y descargan su humedad en la mitad norte de la isla, donde se desarrolla una espesa cubierta vegetal, mientras que en la mitad sur apenas llega la lluvia y el ambiente es predominantemente árido.